Una vivienda sostenible es aquella que cuenta con elementos enfocados a reducir el impacto negativo en el entorno durante el proceso de diseño o construcción. Es una nueva forma de minimizar el impacto negativo en la sociedad y que cada vez coge más fuerza.
No sólo tiene un beneficio ecológico si no que, además, nos aporta beneficios económicos, reduciendo la factura de la luz, y nos otorgará una mayor calidad de vida.
Si estás pensando hacer reformas en casa, en este post te vamos a indicar paso a paso, cómo convertirla en sostenible.
1. REUTILIZAR Y RECICLAR:
A la hora de enfrentarnos a la reforma, elegir materiales reutilizados de la propia vivienda es una gran opción, por ejemplo, darle una segunda vida a muebles y puertas con pintura ecológica.
Si no es posible, también podemos optar por materiales biodegradables que se puedan reciclar en el futuro, como la madera, y escoger materiales locales para reducir el gasto de transporte.
2. AISLAR LA CASA:
Añadir ventanas de doble cristal y aislar suelos, paredes y techos, contribuirá a que el calor no se escape y el frío no entre. De esta manera, solo se tendrá que mantener la temperatura ambiente de la estancia, lo ideal es graduar el termostato a 20ºC.
Además, apostar por los sistemas de ventilación mecánicos de doble flujo, nos hará prescindir de la calefacción y el aire acondicionado la mayor parte del tiempo, pues puede otorgarnos aire cálido impulsado durante el invierno y refrigerado durante el verano.
3. EFICIENCIA ENERGÉTICA:
La eficiencia energética es la optimización del consumo eléctrico para reducir las emisiones de CO2, que es el principal culpable del calentamiento global, y además nos ayuda a reducir nuestra factura de luz.
A la hora de elegir electrodomésticos, busca aquellos que tengan una calificación energética adecuada (A+ o superiores), sustituye las bombillas por unas de tipo LED de bajo consumo y usa la luz natural el mayor tiempo posible.
Antes de realizar esta reforma, es muy importante calcular la potencia eléctrica que nos va a requerir nuestra instalación para no tener ningún problema y, también minimizar la parte fija de nuestra factura.
4. INVERTIR EN ENERGÍA RENOVABLES:
Nos encontramos en un momento de transición energética, ya que ciertos recursos se están agotando, y la luz y el gas cada vez tienen precios más elevados.
Invertir en energías renovables, que son fuentes limpias e inagotables, como las placas solares o las turbinas eólicas, son una gran opción para reducir el consumo eléctrico y convertir la vivienda en eficiente.
Asimismo, el Gobierno está facilitando ayudas para la instalación de placas solares, gracias a lo cual, puedes reducir hasta un 50% el coste de esta inversión, recuperando así cuando antes el desembolso inicial. Para determinar el periodo de amortización debemos tener en cuenta el coste de la instalación fotovoltáica y el ahorro anual obtenido.
5. REDUCE EL CONSUMO DE AGUA:
Optar por un grifo con aireador o con doble posición te permitirá ahorrar hasta un 50% el consumo de agua gracias a la su racionalización y, si cuenta con termostato que mantiene la temperatura del agua, también, te permite ahorrar energía.